En busca del corto perdido del Trío Matamoros en los inicios del cine sonoro
«La lección es que nunca hay que perder la esperanza de encontrar películas supuestamente perdidas. El coleccionista que tenía ‘Hello Pop’ ni siquiera sabía que era una película perdida, porque no tiene acceso a Internet.”
Ned Price (Proyecto Vitaphone de Restauración. Warner Bros.)
Por Rosa Marquetti y Jaime Jaramillo
Hay obsesiones muy contagiosas y adictivas. Si no lo creen, que nos pregunten de qué manera nos ha vinculado -y entusiasmado- este hallazgo de Jaime. No solo lo dijo alguna vez el líder del legendario trío sonero y guarachero cubano: está comprobado que fueron Siro Rodríguez, Rafael Cueto y Miguel Matamoros, los integrantes del legendario Trío Matamoros, y la soprano Carolina Segrera -por separado- los primeros artistas cubanos en aparecer con sus voces el cine sonoro. Eso ocurrió en1929.
En un eje de curiosos que une Marruecos, Medellín, Washington y Madrid nos hemos unido y lanzado tras la búsqueda del corto cinematográfico Trío Matamoros, de 1929 producido por Vitaphone, la marca pionera del cine sonoro comercial en Estados Unidos, hasta hoy no encontrado. Intentando desbrozar el camino, encontramos apoyo inicial del amigo cineasta e investigador Alan Brain, documentalista peruano-americano. Luego, asesoría y orientación entusiasta desde la Biblioteca del Congreso en Washington por la bibliotecaria cubana Eva Reyes-Cisnero, en una búsqueda que se ha convertido en reto detectivesco y que nos colocó directamente en los antecedentes e inicios del cine con sonido incorporado.
Antecedentes inmediatos
Aunque Vitaphone, como tecnología, venía produciendo muchos cortos con sonido, suele afirmarse que fue con la exhibición en New york del filme norteamericano The Jazz Singer el 6 de octubre de 1927 cuando se inauguró la era del cine sonoro con fines comerciales, con sonido técnicamente acoplado con la imagen. Se registraban antes algunos intentos en el camino de sonorizar las imágenes en movimiento de manera orgánica, pero es en 1925, cuando la Warner Bros., entonces un pequeño estudio de Hollywood, comenzó a experimentar con los sistemas sound-on-disc en los Vitagraph Studios de Nueva York, que había comprado hacia poco. La tecnología de Warner Bros se patentó y conoció como Vitaphone y, al parecer, tuvo su debut mundial el 6 de agosto de 1926 con el estreno de Don Juan, un filme de casi 3 horas. Era el primer largometraje en emplear un sistema de sonido sincronizado de cualquier tipo durante toda la película, su banda sonora contenía música y efectos de sonido, pero no diálogo grabado. Vitaphone comenzó ingentes producciones filmando actuaciones y escenas musicales, tanto del vodevil, como de los músicos y cantantes del momento.
«The Jazz Singer» en el Warner’s Theatre y anuncio insertado en medios de prensa. Estados Unidos. 1927.
El Trío Matamoros en Nueva York
Justo en medio de esta revolución tecnológica y cultural, el 27 de mayo de 1928, tres mulatos santiagueros suben al vapor Havana con rumbo a Nueva York. Son Siro Rodríguez, Rafael Cueto y Miguel Matamoros, con 29 años los primeros y 34 el segundo y líder del pequeño grupo. Ya se habían presentado en Santiago de Cuba y La Habana, con éxito creciente[1]. Un ejecutivo de la Victor los vio y decidió que debían grabar y a través de la firma Humara y Lastra, representantes de la marca disquera en La Habana, se ultimaron los detalles del contrato para ir a grabar en los estudios centrales de Camden, New Jersey. Allí graban 20 temas y regresan a La Habana. El éxito de ventas de los discos fue inmediato, al punto de que los ejecutivos de Victor deciden hacerlos entrar de nuevo en estudio 14 meses después para grabar otros 20 temas. A este fin emprenden viaje esta vez en el vapor Cuba desde la Habana y llegan a Key West (Cayo Hueso para los cubanos) y llegan el 16 de julio de 1929. Luego por tierra hasta Nueva York, donde graban, trabajando en el estudio radicado en el número 28 West de la 44 Street los días 25, 26, 29, 30 y 31 de julio. [2]
Anuncios de actuaciones del Trío Matamoros en Nueva York, durante su segundo viaje, en julio de 1929 y venta de sus discos en la legendaria tienda Daniel Castellanos, cuya gestión fue decisiva en la difusión de la música cubana en Nueva York. Diario La Prensa, Nueva York. 27 de julio 1929.
En su primer viaje a Nueva York, un año antes, el Trío Matamoros grabó para la marca Victor las 3 canciones que, según declaraciones posteriores de Miguel Matamoros, les filmaron para la Vitaphone: Promesa, Son de la loma y El que siembra su maíz. En este punto, Alan Brain nos previene de un detalle: “…en esa época las grabaciones de Vitaphone iban acompañadas de grabaciones de audio…”. Ciertamente, en los inicios la música no estaba “incrustada” directamente en el filme, sino que se grababa previamente y se prensaba en discos fonográficos para después sincronizar la música con la imagen. En esto Vitaphone y Victor llegaron a acuerdos para realizar tal práctica. Los registros fonográficos de los 40 temas grabados por el Trío Matamoros en 1928 y 1929 fueron producidos y eran propiedad de la marca Victor. La posibilidad de que el corto haya sido filmado en 1928 se desvanece ante la afirmación de Miguel de que el trío filmó el mismo día que la soprano Carolina Segrera para el corto The Cuban Nightingale.
Según Roy Liebman en su libro Vitaphone Films, Carolina Segrera filmó su corto en julio de 1929,[3] o sea que la filmación de los cubanos debió ser entre el 18 de julio -fecha probable de llegada del trío Matamoros a Nueva York desde Tampa- y el 2 de agosto, pues los trovadores solo tenían 15 días de visado para permanecer en Estados Unidos y así lo cumplieron. Y ya estaría listo a inicios de agosto, pues Duane Hennessey en su columna en el periódico The News and Observer (Raleigh, North Carolina), mencionaba el corto de Carolina Segrera al enumerar las orquestas y artistas que habían grabado a esas alturas para la Vitaphone.[4]
El corto de los Matamoros por el mundo
Las evidencias de que tal material llegó no solo a filmarse, sino también a distribuirse y proyectarse en salas de cine de, al menos, España, Cuba y Estados Unidos, están a la vista: el 15 de diciembre del mismo año en que fue producido -1929- , Le Publicitat y El Día Gráfico de Barcelona colocan sendos anuncios con la programación del cine-teatro Coliseum, en el que incluyen tres pases de los cortos Ahora y antes, El trío Matamoros y Revista Sonora Paramount, antes de los filmes The Magnificient Flirt (Un magnífico flirt), con Florence Vidor, y La marcha nupcial, anunciada como una super producción sonora de Paramount. Es la primera referencia que encontramos que confirma la realización y proyección en salas del corto de los trovadores soneros santiagueros, en el caso de Barcelona, en pantalla hasta mediados de diciembre de 1929.
Anuncio publicado en Le Publicitat, de Barcelona, el 15 de diciembre de 1929.
En la provincia española de Soria, y atendiendo a la normativa legal de revisar y autorizar las películas para su exhibición, en el documento Circular No. 374 con fecha 13 de diciembre de 1929, el gobernador Julio Piernas incluye al corto Trío Matamoros entre las proyecciones autorizadas por el Director General de Seguridad. Lo mismo ocurre en la provincia de Zaragoza y en Tenerife, Islas Canarias, donde mediante nota oficial, se autoriza también la exhibición en salas del corto de los cubanos.[5]
Boletín Oficial de la Provincia de Soria. No. 152. 20 de diciembre de 1929
El recorrido inmediato ulterior del corto del Trío Matamoros, siempre distribuido por Paramount, lo lleva al año siguiente -1930- a otros puntos de la península ibérica: el diario español ABC anuncia para los días 2 y 4 de febrero la proyección de cortos de Vitaphone con el Trío Matamoros y el tenor Tito Schipa (por separado), en el cine Palacio de la Música en Madrid, junto al filme Los pecados de los padres.[6] En el cinema San Miguel, los cubanos aparecerán en la pantalla grande a inicios de marzo, según informa el mismo diario.[7]
En Valencia, se exhibe el 19 de abril en el cine Olimpia y en calidad de estreno, destacando en el anuncio publicado el día antes por el diario republicano El Pueblo y por La Correspondencia de Valencia, los títulos de los sones que cantarían los Matamoros (menciona solo dos, al parecer, los que quedaron en el corto: Promesa y Son de la loma-, “primorosamente ejecutados y sencillamente bien cantados en español”. Aquí el corto de los Matamoros se mantuvo en cartelera hasta el día 27, junto a otros materiales y como filme principal con La canción del día, presentada como “la primera película sincronizada y hablada en perfecto español.”[8] El corto del Trío Matamoros vuelve a Valencia, pero esta vez en el teatro Lírico del 28 al 31 de agosto de ese mismo año.[9] Y del 15 al 19 de octubre en esa ciudad lo proyectan en el cine Alhambra Cinema-Grao, tal como informan los medios El pueblo y Las Provincias. En Cantabria se proyecta a inicios de noviembre en el Gran Cinema de Santander, reflejándose en las carteleras de los periódicos.
Anuncios publicado en los diarios El Pueblo el 18.04.1930 y Las Provincias el 28.08.1930, ambos de Valencia.
Una difusión muy limitada parece haber tenido en Estados Unidos, a juzgar por los pocos datos encontrados. Según los datos encontrados, se exhibe después de ser vista en España y en Cuba, los días 12 y 13 octubre de 1930 en Brownsville, Texas, junto a Amor audaz, una película hablada en español con Ramón Pereda y Carmen Guerrero. En la cartelera, lo de los Matamoros se anuncia como “película novedosa”. A Tampa 2 años después, cuando se exhibe los días 1 y 2 de noviembre en el Ritz Theatre junto a la película The Huddle, protagonizada por el galán del cine silente Ramón Novarro.
Anuncios publicados en The Brownsville Herald (Brownsville, Texas), el 12.10.1930 y The Tampa Times (Tampa, Florida) el 1.11.1932.
Alan Brain halló información en el web site italiano sobre el fondo cinematográfico, que confirma la proyección del corto Trío Matamoros en Italia durante 1930, sin que hasta el momento haya podido precisarse los lugares y fechas de su proyección.
Se proyecta en Cuba
A Cuba, el corto Trío Matamoros también llegó en 1930. En su edición del 29 de enero de ese año, el Diario de la Marina publica un anuncio con la cartelera del habanero cine Encanto, perteneciente a la empresa Paramount, que incluye lo que denominan Mosaicos Internacionales, una suma de lo que hoy llamaríamos “video-clips” de los artistas junto a otros de carácter noticioso y que presentan como “espectáculo”. Entre los artistas aparecen el afamado tenor Tito Schipa, la soprano ítalo-guatemalteca Aida Doninelli, la cantante y actriz norteamericana Perle Barti y el Trío Matamoros, junto a nombres que nada tienen que ver con la música como los humoristas hermanos Marx, el escultor mexicano Alfaro Siqueiros, el político y escritor mexicano Ezequiel Padilla. Mosaicos Internacionales no es una película: es el título genérico que Paramount dio a la suma de cortos, a modo de revista, donde aparecen estas celebridades de aquel momento.
Anuncio publicado en el Diario de la Marina el 29.01.1930
El 27 de agosto de 1930 el corto se proyecta en el cine Trianón y 15 de octubre, en el cine Tosca, según informa el Diario de la Marina vinculando inequívocamente este audiovisual a la marca Vitaphone.
Notas publicadas en el Diario de la Marina los días 27 de agosto y 15 de octubre de 1930.
El investigador y musicógrafo cubano Zenovio Hernández Pavón, en su libro Miguel Matamoros. Un desafío al tiempo, afirma que en abril de ese año, Siro, Cueto y Miguel están presentes en Santiago de Cuba para presenciar su proyección como parte de lo que se anuncia como Mosaicos Internacionales de Vitaphone. Hernández apunta que “Matamoros en varias entrevistas declara que para esta película también graban El que siembra su maíz, pero al parecer no se incluye”, indicando como fuente el periódico La Independencia de Santiago de Cuba, del 9 de abril de 1930 en su sección Teatros y Cine (Pag. 4)[10]
Desaparición y búsqueda
Sin embargo, a pesar de las numerosas evidencias que no dejan dudas sobre el hecho de que Siro, Cueto y Miguel cantaron ante cámaras cuando el sonido comenzaba a inundar los cinematógrafos, el corto Trío Matamoros parece no haber existido: muchos historiadores especializados en el inicio del cine sonoro no lo incluyen entre los materiales filmados por Vitaphone entre 1928 y 1929; el proyecto The Vitaphone Project[11], creado en Estados Unidos por Ron Hutchinson para rescatar y reconvertir a formatos contemporáneos los cortos de Vitaphone, no lo incluye en sus listados tanto de materiales que realmente está comprobado que fueron producidos y existieron, como de aquéllos que han podido ser localizados.
Warner Bros, actual propietario de las producciones de Vitaphone ni siquiera lo tiene en sus listados de matrices producidas, tampoco en sus fondos físicos. En la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos, en Washington, su Departamento de Motion Pictures no lo tiene en sus fondos. Tampoco la Cinemateca de Cuba, ni los fondos documentales del ICAIC en Cuba. El corto del Trío Matamoros, filmado en plena juventud, en los inicios mismos del legendario trío, está desaparecido, y a casi 93 años de su estreno nos empeñamos en encontrar alguna de esas copias que, de la mano de la distribuidora Paramount, viajaron de Nueva York a La Habana, a Santiago de Cuba, a Madrid, Barcelona, Valencia, Soria, Córdoba, Santander. Estamos buscando en archivos de Estados Unidos y España. Seguimos buscando y lanzamos la alerta a archivistas cinéfilos, melómanos, responsables de fondos fílmicos y coleccionistas. La obsesión no hace más que aumentar y el legado cultural del Trío Matamoros para la música cubana y afrocaribeña merece que nos empeñemos en poder verlos alguna vez, guitarra y maracas en mano, cantando con tipo galante y voces juveniles. Corran la voz, rieguen la noticia, compartan este texto!
Agradecimientos a Zenovio Hernández Pavón, Alan Brain y Eva Reyes-Cisnero.
N O T A S
[1] En los 2 primeros viajes, Miguel Matamoros viajó con el pasaporte de su medio hermano, Ignacio Falcón Matamoros, que era barbero y poeta, y escribió la letra de algunas canciones de Matamoros. Para más información véanse: Rodolfo de la Fuente Escalona: El Trío Matamoros: Siro, Cueto, Miguel……. E Ignacio, el otro Matamoros. Revista La Canción Popular. Asociación Puertorriqueña de Coleccionistas de Música Popular. Puerto Rico. 1991. Y también Zenovio Hernández Pavón: Miguel Matamoros. Un desafío al tiempo. Roque Libros. 2022.
[2] Listas de pasajeros de los viajes y barcos citados. Consultadas en www.ancestry.com. Datos sobre lugar y días de las grabaciones tomados del web site del proyecto Discography of American Historical Recordings de la Universidad de Santa Barbara, California.
[3] Liebman, Roy: Vitaphone Films. Pag. 42. Release 848. Carolina Segrera, The Cuban Nightingale with Don Alberto and His Argentinians, July 1929.
[4] Véase: Hennessey, Duane: Talkies Invade Foreign Fields. Twenty-Seven Countries Now Have Theatres Equipped for Talkies. En The News and Observer (Raleigh, North Carolina). 4 de Agosto de 1929. Pag. 17.
[5] Boletín Oficial de la Provincia de Soria: Número 152 – 1929 diciembre 20; Boletín Oficial de la Provincia de Zaragoza: Año XCVI Número 299 – 1929 diciembre 18 y La Gaceta de Tenerife. Año 6047 Número – 1929 diciembre 19
[6] ABC. Edición de la mañana. 2 y 5 de febrero de 1930. Pp. 55 y 41.
[7] ABC. Edición de la mañana. 9 de marzo de 1930. Pag. 58.
[8] El pueblo. Diario republicano de Valencia – Año XXXII Número 13122 – 1930 abril 19 al 27.
[9] Ibidem.
[10] Hernández Pavón, Zenovio: Miguel Matamoros. Un desafío al tiempo. Roque Libros. 2022. Pag. 75
[11] http://www.picking.com/vitaphone152.html
OTRAS FUENTES CONSULTADAS
- González, Reynaldo: Primeros tropiezos del español en el cine. Consultado en: https://cvc.cervantes.es/obref/congresos/zacatecas/cine/mesa_redonda/reynald.htm
- Dickson, Robert G.: Los orígenes y desarrollo del cine hispano.
- Sandomir, Richard: Ron Hutchinson, Restorer of Early Sound Films, Is Dead at 67. En The New York Times. 10 de febrero de 2019.
Un comentario
Chico Alvarez Peraza
Con ansias esperamos el descubrimiento de este filme, o quizás de alguna copia, pues le dará más mérito a esa legendaria agrupación cubana, en plena juventud cuando se grabó el rodaje.